viernes, 9 de agosto de 2019

Comentario lectura evangelio 08/08/19

«Es un don de Dios: Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha  revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Tiene su  origen en la iniciativa de Dios, que nos desvela su intimidad y nos invita a participar  de su misma vida divina. La fe no proporciona solo alguna información sobre la  identidad de Cristo, sino que supone una relación personal con Él, la adhesión de  toda la persona, con su inteligencia, voluntad y sentimientos, a la manifestación  que Dios hace de sí mismo. Así, la pregunta de Jesús: Y vosotros, quién decís que  soy yo?, en el fondo está impulsando a los discípulos a tomar una decisión  personal en relación a Él. Fe y seguimiento de Cristo están estrechamente  relacionados. Y, puesto que supone seguir al Maestro, la fe tiene que consolidarse y  crecer, hacerse más profunda y madura, a medida que se intensifica y fortalece la  relación con Jesús, la intimidad con Él. También Pedro y los demás apóstoles  tuvieron que avanzar por este camino, hasta que el encuentro con el Señor  resucitado les abrió los ojos a una fe plena.

(Fuente nocetnam: » Benedicto XVI)

No hay comentarios:

Publicar un comentario