Con una
gran asistencia de feligreses en esta ocasión. Hemos conocido de primera mano,
la vida de un medico, focolar, que ha estado buena parte de su vida en tres
ciudades de África. Ayudado por el Espíritu Santo, ha descubierto su sentido en
la vida y entregado su amor al servicio de los demás.
A continuación pasamos a disfrutar todos juntos de una agradable Cena a
pan y agua y una “mandarina” de postre. Lo recaudado en donativos será
entregado a Manos Unidas.
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