jueves, 27 de junio de 2024

Comentario lectura evangelio 28/06/24

«Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: -Quiero, queda limpio-»

Jesús no le dice sencillamente: «Quiero, queda sano». Sino que hizo más «extendió la mano y lo tocó». Esto es lo que merece atención. Si le curó por un acto de su voluntad y con una palabra, ¿por qué le tocó con la mano? Me parece que sólo por una razón: para demostrar que él no es inferior sino superior a la ley, y que, en adelante, no hay nada impuro para el que es puro... La mano de Jesús no se volvió impura al tocar al leproso; por el contrario, el cuerpo del leproso se purificó a través de la santidad de esta mano que le tocó. Porque Cristo no sólo ha venido a curar los cuerpos, sino a elevar las almas a la santidad; de esta manera nos enseña a cuidar nuestra alma, a purificarla, i despreocuparnos de las abluciones exteriores. La única lepra a la que hay que temer es la del alma, es decir, el pecado...

En cuanto a nosotros, demos continuamente gracias a Dios. Agradezcámosle no sólo los bienes que nos ha dado sino también los que concede a los demás: de esta manera podremos destruir la envidia, cultivar y aumentar nuestro amor al prójimo...

Fuente: San Juan Crisóstomo (c. 345-407) presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia

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