Mateo nos está hablando de la comunidad porque para él no tiene sentido vivir el cristianismo en solitario. El mismo Jesús no iba sólo por la vida. Se rodeó de un grupo de discípulos y les enseñó a llamarse hermanos, a amar a Dios y a amarse profundamente entre ellos. Y quiso que este grupo se extendiese a todos los confines de la tierra y así se lo hizo saber. Por ello es importante la comunidad. Pero no nos dejemos engañar, somos humanos y es difícil, muy difícil a veces, vivir en comunidad. Cometemos errores, unas veces sin ser conscientes de ello y, otras, por egoísmo o falta de humildad. Por ello sería bueno que alguno de nuestros hermanos nos ayudara a enmendar nuestros errores y a retomar el camino de la fe. Siempre desde el amor y el respeto, nunca desde la altanería y la soberbia. Las palabras y las acciones que salen del corazón desde el amor, rara vez son rechazadas.
(Fuente nocetnam: María Teresa Fernández Baviera.)
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