miércoles, 20 de febrero de 2019

Comentario lectura evangelio 23/02/19

Jesús nos toma este día, como llevó a Pedro, a Santiago y a Juan. Nos invita a subir con Él al monte alto de la oración, porque quiere transfigurarse ante nosotros.

Meditemos en cómo los tres apóstoles habían pasado mucho tiempo con Jesús, pero se habían quedado en las apariencias, en la humanidad del Señor; aquel día sus ojos se abrieron y lo conocieron más profundamente. Así nos sucede también a nosotros, acudimos a la oración, pero raramente logramos hacer una experiencia intensa del Señor. Pidámosle ahora al Señor que nos dé un conocimiento más profundo de Él, que nos conceda este don, como lo hizo con Pedro, Santiago y Juan.

En esto consiste la vida cristiana: en abrir los ojos del alma y contemplar continuamente el rostro de Cristo. Hay que vivir mirando a Cristo y teniendo en cuenta cada una de sus palabras. El recuerdo de su vida entregada por nosotros nos ha de acompañar en todo momento.

Por último, la contemplación de Cristo debe culminar en nuestra propia “transfiguración”. Es decir, debemos salir de la oración configurados con Cristo. Revestidos de Cristo en pensamientos, palabras y obras.

Que cada día sea una oportunidad para modelarnos en la escuela de Cristo, de tal manera que un día lleguemos a gozar de su dicha en el cielo.

(Fuente nocetnam: Regnum Christi)

No hay comentarios:

Publicar un comentario