Santa Marta
Marta es hermana de María y de Lázaro y vivía en Betania, pequeña población
distante unos cuatro kilómetros de Jerusalén, en las cercanías del Monte de los
Olivos.
Jesús Nuestro Señor vivía en Galilea pero cuando visitaba Jerusalén
acostumbraba hospedarse en la casa de estos tres discípulos en Betania, que,
tal vez, habían cambiado también su morada de Galilea por la de Judea. Marta se
esforzó en servirle lo mejor que pudo y, más tarde, con sus oraciones impetró
la resurrección de su hermano.
San Juan nos dice que "Jesús amaba a Marta y a su hermana María y
Lázaro" (Jn 11:5).
La resurrección de Lázaro
El capítulo 11 de San Juan narra el gran milagro de la resurrección de
Lázaro. En aquella ocasión vuelve a hablarse de Marta. Lázaro se agravó de
muerte mientras Jesús estaba lejos. Las dos hermanas le enviaron un empleado
con este sencillo mensaje: "Señor aquel que tú amas, está enfermo".
En un mensaje de confianza en que Jesús va actuar a su favor.
Pero Jesús, que estaba al otro lado del Jordán, continuó su trabajo sin
moverse de donde estaba. A los apóstoles les dice: "Esta enfermedad será
para gloria de Dios". Y luego les añade: "Lázaro nuestro amigo ha
muerto. Y me alegro de que esto haya sucedido sin que yo hubiera estado allí,
porque ahora vais a creer".
A los cuatro días de muerto Lázaro, dispuso Jesús dirigirse hacia Betania,
la casa estaba llena de amigos y conocidos que habían llegado a dar el pésame a
las dos hermanas. Tan pronto Marta supo que Jesús venía, salió a su encuentro y
le dijo: "Oh Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano;
pero aún ahora yo sé que cuánto pidas a Dios te lo concederá"
Jesús le dice: "Tu hermano resucitará".
Marta le contesta: "Ya sé que resucitará el último día en la
resurrección de los muertos".
Jesús añadió: "Yo soy la resurrección y la vida. Todo el que cree en
mí, aunque haya muerto vivirá. ¿Crees esto?"
Marta respondió: "Sí Señor, yo creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios, el que tenía que venir al mundo."
Jesús dijo: "¿Dónde lo han colocado?". Y viendo llorar a Marta y
a sus acompañantes, Jesús también empezó a llorar. Y las gentes comentaban:
"Mirad cómo lo amaba".
Y fue al sepulcro que era una cueva con una piedra en la entrada.
Dijo Jesús: "Quiten la piedra".
Le responde Marta: "Señor ya huele mal porque hace cuatro días que está enterrado".
Le dice Jesús: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?".
Quitaron la piedra y Jesús dijo en voz alta: "Lázaro ven afuera".
Y el muerto salió, llevando el sudario y las vendas de sus manos.
Dijo Jesús: "Quiten la piedra".
Le responde Marta: "Señor ya huele mal porque hace cuatro días que está enterrado".
Le dice Jesús: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?".
Quitaron la piedra y Jesús dijo en voz alta: "Lázaro ven afuera".
Y el muerto salió, llevando el sudario y las vendas de sus manos.
El Banquete
Marta aparece también en un banquete en el que participa también Lázaro,
poco después de su resurrección: también esta vez aparece Marta como la mujer
ocupada en el servicio, pero puede ser que para entonces ya lo sabía someter al
Señor con mas amor, sin quejarse ni compararse.
De los años siguientes de la santa no tenemos ningún dato históricamente
seguro, aunque según la leyenda de la Provenza, Marta fue con su hermana a
Francia y evangelizó Tarascón. Ahí se dice que encontraron, en 1187, sus pretendidas
reliquias, que todavía se veneran en su santuario.
S. Marta es la patrona de los hoteleros, porque sabía atender muy bien.
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