jueves, 17 de diciembre de 2020

Comentario lectura evangelio 18/12/20

José recibe la misión de acoger al Hijo que María espera, de ponerle un nombre, de cuidarlo y educarlo. Le pondrás por nombre Jesús: porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

José no tiene sólo una misión de acoger a María, y al niño que espera, tiene la misión de velar para que Jesús entre en la historia de la salvación como un niño pacificador y reconciliador.

José es llamado a la paternidad responsable, a que no caiga en la tentación del abandono; es llamado a ser corresponsable de la salvación de un pueblo, que va a ser guiado por su hijo.

Muchas veces, encontramos en nuestro camino historias de abandono: mujeres desamparadas a la suerte de su embarazo. Adolescentes que armadas de valor quieren seguir el curso de su embarazo. Necesitadas de ayuda, orientación, y comprensión. Minimizamos la importancia de la vida, ajustamos nuestras leyes para que el aborto sea una opción justificada legalmente, hablamos de embarazos no deseados y de falta de madurez para emprender el camino de acoger una vida. ¿Y si con ellos estamos negando la salvación del mundo? ¿No estaremos negando la esperanza de un pueblo? Nadie sabe qué misión puede cumplir un hijo en esta vida, como María, habrá que esperar el tiempo de la gestación, la educación y el crecimiento para poder comprender algo de su misterio.

Oremos por cuantas mujeres se encuentran embarazadas, para que comprendan que dejar paso a la vida que acontece es abrir la vida a la esperanza de un pueblo. Oremos por cuantos hombres huyen del sacrificio, y abandonan a sus mujeres a una suerte incierta. La misión de acoger al hijo es también la misión de ofrecer la paz y la reconciliación debida.

(Fuente nocetnam: Convento de San Pablo y San Gregorio,Valladolid)

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