Zacarías recibe el anuncio del ángel en un momento importante de su vida; eso debía favorecer la pronta aceptación del mensaje, sin embargo su fe vaciló y no creyó en las palabras del ángel. Y es que el mensaje del Señor sólo puede ser acogido en la fe. Creer para el cristiano no se reduce a una lista de normas, de prácticas de devoción o de adhesiones parciales a las verdades de fe. No se es cristiano por tener ciertas ideas o principios morales o asistir a misa los domingos. Creer es encontrarse con Cristo. Es la adhesión y aceptación voluntaria de todo lo que Él nos enseña y todo lo que su amor nos pide. La auténtica fe cristiana se caracteriza a su vez por la centralidad del amor. Amor, al abrazar los mandamientos del Señor como caminos que nos llevan a la felicidad y a la realización como hijos de Dios. Amor, al vivir a diario como cristianos… Que nuestra respuesta no sea como la de Zacarías, ¡seamos prontos en creer y amar al Señor en las pequeñas y grandes cosas de la vida!.
(Fuente nocetnam: Regnum Christi)
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