Hoy, los textos de la liturgia,
mediante dos parábolas, ponen ante nuestros ojos una de las características
propias del Reino de Dios: es algo que crece lentamente —como un grano de
mostaza— pero que llega a hacerse grande hasta el punto de ofrecer cobijo a las
aves del cielo. Así lo manifestaba Tertuliano: «¡Somos de ayer y lo llenamos
todo!». Con esta parábola, Nuestro Señor exhorta a la paciencia, a la fortaleza
y a la esperanza. Estas virtudes son particularmente necesarias a quienes se
dedican a la propagación del Reino de Dios. Es necesario saber esperar a que la
semilla sembrada, con la gracia de Dios y con la cooperación humana, vaya
creciendo, ahondando sus raíces en la buena tierra y elevándose poco a poco
hasta convertirse en árbol. Hace falta, en primer lugar, tener fe en la
virtualidad —fecundidad— contenida en la semilla del Reino de Dios. Esa semilla
es la Palabra; es también la Eucaristía, que se siembra en nosotros mediante la
comunión. Nuestro Señor Jesucristo se comparó a sí mismo con el «grano de trigo
[que cuando] cae en tierra y muere (...) da mucho fruto» (Jn 12,24).
El Reino de Dios, prosigue Nuestro Señor, es semejante «a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo» (Lc 13,21). También aquí se habla de la capacidad que tiene la levadura de hacer fermentar toda la masa. Así sucede con “el resto de Israel” de que se habla en el Antiguo Testamento: el “resto” habrá de salvar y fermentar a todo el pueblo. Siguiendo con la parábola, sólo es necesario que el fermento esté dentro de la masa, que llegue al pueblo, que sea como la sal capaz de preservar de la corrupción y de dar buen sabor a todo el alimento (cf. Mt 5,13). También es necesario dar tiempo para que la levadura realice su labor.
Parábolas que animan a la paciencia y la segura esperanza; parábolas que se refieren al Reino de Dios y a la Iglesia, y que se aplican también al crecimiento de este mismo Reino en cada uno de nosotros.
Fuente: Rev. D. Francisco Lucas MATEO Seco, (Pamplona, Navarra, España)
No hay comentarios:
Publicar un comentario