"A partir de entonces, decidieron darle muerte"
Señor, queremos devolverte amor
por amor; y si el deseo de seguirte no procede todavía de Señor, todo esto que
tu nos enseñas puede parecernos muy difícil, demasiado pesado, si tu hubieras
hablado desde otra tribuna; pero desde que nos enseñas más por el ejemplo que
por palabra, Tú que eres "Señor y Maestro" (Jn 13,14), ¿cómo nos
atreveremos a decir lo contrario,
nosotros que somos los siervos y los aprendices? Lo que dices es perfectamente
cierto, lo que ordenas perfectamente justo. Esta Cruz desde donde hablas da
testimonio. Esta sangre fluyendo también da testimonio; gritó con todas sus fuerzas (Gn 4.10). Y,
finalmente, incluso la muerte: si ha podido rasgar el velo del templo a distancia
y la separación de las piedras más consistentes (Mt 27,51), ¿qué no hará por
ella misma y más aún por el corazón de los creyentes?...
Señor, queremos devolverte amor
por amor; y si el deseo de seguirte no procede todavía de nuestro amor por ti,
porque es muy débil, por lo menos que nuestro amor provenga de tu amor. Si nos
atraes hacia ti, "nosotros correremos tras el olor de tus
perfumes"(Ct 1,4 LXX): Nosotros no deseamos solamente amarte, te seguimos,
y estamos decididos a despreciar este mundo%85
puesto que vemos que Tú, nuestro líder, no te has dejado capturar por
los placeres de esta vida. Te hemos visto enfrentar la muerte, no en una cama,
sino sobre el madero de ajusticiado; y aunque eres rey, no quisiste tener otro
trono que este patíbulo... Atraídos por tu ejemplo de rey sabio, rechazamos la
llamada de este mundo y sus lujos, y tomando tu cruz sobre nuestros hombros,
proponemos seguirte, sólo a TI...Danos la ayuda necesaria; Haz que seamos lo
suficientemente fuertes para seguirte.
Fuente: San Roberto Belarmino
(1542-1621), jesuita, obispo de Capua, doctor de la Iglesia
No hay comentarios:
Publicar un comentario