Los dos ciegos del Evangelio se fían de Jesús y lo siguen en
busca de luz para sus ojos. ¿Y por qué, hermanos y hermanas, estas dos personas
se fían de Jesús? Porque perciben que, en la oscuridad de la historia, Él es la
luz que ilumina las noches del corazón y del mundo, que derrota las tinieblas y
vence toda ceguera. También nosotros, como los dos ciegos, tenemos cegueras en
el corazón. También nosotros, como los dos ciegos, somos viajeros a menudo
inmersos en la oscuridad de la vida. Lo primero que hay que hacer es acudir a
Jesús, como Él mismo dijo: «Vengan a mí todos los cansados y abrumados por
cargas, y yo los haré descansar» (Mt 11,28). (Homilia en Estadio GSP de
Nicosia, viernes, 3 de diciembre de 2021)
Fuente: Papa Francisco
No hay comentarios:
Publicar un comentario