Hoy Jesús nos propone hacernos como niños para heredar el Reino de los Cielos.
La infancia espiritual, doctrina enseñada por Santa Teresa del Niño Jesús, toma como base esta propuesta del Señor. La confianza total es una de las actitudes vitales de los niños. Viven siempre el momento presente, no tienen preocupación ninguna por el futuro. Confían plenamente en que sus padres proveerán todas sus necesidades y no se ocupan de pensar qué comerán, qué beberán, con qué se van a vestir.
También tienen la virtud de la transparencia entre lo que viven y lo que dicen. ¡Cuántas veces un niño nos ha dejado en ridículo por desvelar algo que no nos interesaba! De hecho, tomamos precauciones para no hablar delante de los niños lo que no queremos que sepan. Los adultos tenemos la “picardía” de disimular u ocultar las cosas, aunque nos disculpamos con la excusa de la “buena educación”.
Quizá necesitemos que Jesús mismo nos imponga las manos y nos sane del “crecimiento” excesivo.
(Fuente nocetnam:Hermanas Dominicas Monasterio Ntra. Sra. de la Piedad - Palencia)
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