"Alzaos, levantad la cabeza,
se acerca vuestra liberación"
"Las potencias de los cielos serán
puestas en movimiento. " ¿A quién llama el Señor potencias de los cielos,
si no a los ángeles, los arcángeles, los Tronos, las Dominaciones, los
Principados y los Poderes? (Col 1,16) aparecerán visiblemente en el momento de
la llegada del Juez...
Entonces verán al Hijo del Hombre
venir sobre las nubes con gran poder y majestad; como si claramente nos dijera:
verán rodeado de gran pompa y majestad, al que no quisieron oír cuando se
presentó humilde… estas palabras fueron dichas para los réprobos; pero para
consuelo de los elegidos, dice:”Cuando empiecen a cumplirse estas cosas,
levantad vuestras cabezas, puesto que se acerca vuestra redención”. Es como si
la Verdad advirtiera claramente a sus elegidos diciendo: " en el momento
en el que las desgracias del mundo se multiplican, regocijaos. Mientras se
acaba el mundo, del que nunca fuisteis amigos, la redención que siempre
deseasteis se acerca".
Los que aman a Dios son invitados
a regocijarse por ver acercarse el fin del mundo, porque encontrarán pronto el
mundo que desean, cuando haya pasado aquel al que no están atados. Que los
fieles que deseen ver a Dios, se abstenga bien de llorar por las desgracias que
golpean el mundo, ya que sabe que estas mismas desgracias llegan su fin. Está
escrito en efecto: "el que quiere ser amigo de las cosas de este mundo se
hace enemigo de Dios" (Jc 4,4). El que pues no se regocija por ver
acercarse el fin de este mundo, ése muestra que es su amigo, y de ahí da
pruebas de ser enemigo de Dios.
Más no sea así el corazón de los
fieles, de los que creen que existe otra vida y los que, por sus actos, prueban
que le aman... ¿En efecto, qué es esta vida mortal si no un camino? ¡Qué
locura, hermanos míos, agotarse en el camino, no queriendo alcanzar el fin!...
Así, hermanos míos, no améis las
cosas de este mundo, que, como vemos según los acontecimientos que se producen
alrededor nuestro, no podrá subsistir por mucho tiempo.
Fuente: San Gregorio Magno (c.
540-604), papa y doctor de la Iglesia