Con esta fiesta concluimos el tiempo de Navidad. El bautismo del Señor, o «teofanía del Jordán», es un misterio importante de nuestra fe, pues funda el sacramento del bautismo cristiano. A nosotros el bautismo nos ha convertido en criaturas nuevas, hijos adoptivos de Dios; recibimos también una doctrina que profesar y una forma concreta de vivir. Tratemos pues, de renovar nuestra fe y descubrir por la fuerza del Espíritu el auténtico camino liberador del pecado, pasando por la vida haciendo el bien, una vez descubierto que el Reino de Dios está dentro de nosotros.
(Fuente: nocetnam )
No hay comentarios:
Publicar un comentario