Las palabras del Evangelio de hoy hablan del misterio del Corazón de Jesús. El corazón no sólo es un órgano vital. El corazón es un símbolo, habla de lo que hay en el interior. Y el Corazón de Jesús rebosa de amor hacia los hombres, no ha escatimado nada con tal de testimoniarnos su amor. Es por este camino del amor y de la humildad por el que Jesús nos conquista.
Jesús es claro. Nos dice que aprendamos de Él a ser humildes. Quieres ser nuestro modelo. Así que no tenemos más que seguir sus pasos e identificarnos con Él. Convertirnos en otro Cristo.
Ser humildes es estar convencidos de que nada podemos sin el auxilio de Dios, es sabernos pecadores. La humildad también nos lleva a tratar de la mejor manera al prójimo, a comprender, a disculpar, a ser instrumentos de unidad entre los demás.
(Fuente nocetnam: Regnum Christi )
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