Nos puede suceder lo mismo que a Nicodemo, que nos extrañamos de lo que Jesús nos pide. El mundo nos presenta las cosas de una manera y nos sorprendemos de las exigencias del evangelio. Pero Jesús no rebaja su mensaje: tenemos que nacer de lo alto. Es decir, cuando queremos reaccionar con enojo, cuando el egoísmo nos empuja a pensar en nosotros mismos, cuando sentimos que no tenemos tiempo para los demás… tenemos que renacer de lo alto, dejar los criterios del ambiente, la moda, los deseos propios y escuchar las luces del Espíritu Santo que nos llaman a más generosidad, servicio y entrega. Posiblemente, surja también en nosotros la pregunta de Nicodemo: ¿Cómo puede ser esto? Basta escuchar la voz de Cristo, ser fiel a la conciencia rectamente formada, vivir con coherencia la fe, etc., de tal manera que se produzca en nosotros un nuevo nacimiento, que lo que antes parecía esencial, ahora sea como basura con tal de complacer al Señor. No olvidemos que para nacer de nuevo, se requiere primero morir a uno mismo.
Fuente: Fuente: Regnum Christi
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