jueves, 7 de marzo de 2019

Comentario lectura evangelio 08/03/19

El Evangelio de este día narra que los seguidores de Juan le preguntaron a Jesús por qué sus discípulos no ayunaban como ellos. El Señor responde que los invitados a la boda no pueden ayunar si están con el esposo. Con esta afirmación Cristo revela su identidad de Mesías que vino para desposarse con su pueblo.

El tiempo de Cuaresma no debe vivirse con espíritu apocado, como si fuera una obligación fastidiosa, sino con el mismo amor con el que Jesús se entregó por nosotros.

La Iglesia nos invita en este tiempo de Cuaresma a que vivamos ciertas formas externas de ayuno y sacrificio que manifiesten la conversión del corazón. De nada serviría llenar nuestras cabezas de ceniza si no volvemos más el corazón a Dios. De poco ayudaría que no tomásemos carne los viernes de Cuaresma si estamos llenos por dentro de egoísmo, envidias o materialismo.

La conversión tampoco se reduce a hacer obras de penitencia. Implica sobre todo el cambio en el interior, es hacer que mi corazón se dirija por unos criterios, unos principios más cristianos, que empiece a optar y a decidirse siempre por Jesucristo.

Fuente nocetnam: Regnum Christi   

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