domingo, 30 de septiembre de 2018

Comentario lectura evangelio 03/10/18

Precioso pasaje el que hoy nos propone la liturgia. San Lucas nos da en cuatro pinceladas “las instrucciones” que nos propone Cristo si queremos ser sus seguidores. Nada, ni nadie, debe interponerse entre Él y nosotros a la hora de seguir nuestra vocación.

Cuantas veces nos hemos sentido llamados por Jesús, hemos querido ir un poco más allá en nuestro compromiso con Él y al instante hemos puesto mil impedimentos de todo tipo, nos hemos autoconvencido a nosotros mismos de que no puedo: es que mi trabajo… Es que mi familia… Es que no tengo tiempo… Es que… es que… Hay una frase clave en este pasaje que a mí me ha hecho meditar muchas veces: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios” Si queremos ser “vivos”, si queremos que el Espíritu actúe en nosotros, si queremos ser cooperadores de la misión evangelizadora, tenemos que pensar y actuar como hombres nuevos, ser verdaderos bautizados, resucitados por el Espíritu Santo y abandonar los viejos pensamientos que solo conducen a la muerte del alma.

En este empeño en seguir a Cristo aparecerán dificultades, incomodidades, renuncias ¡hasta las zorras viven mejor, tienen madrigueras! Pero Dios no abandona nunca, aunque, como dice Job, no notemos su presencia. 

Vivamos con gozo nuestro encuentro con Cristo y no tengamos miedo a mirar al horizonte. Tenemos que soltar lastre y volar ligeros en las manos de Dios.


(Fuente: Fraternidad Laical de Santo Domingo, de Almagro)

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