«Dios nunca nos considera desahuciados. Él sigue invitándonos a levantar los ojos hacia un futuro de esperanza y nos promete la fuerza para conseguirlo. (…) Dios nos ha creado en Cristo Jesús para vivir una vida justa, una vida en que hagamos buenas obras según su voluntad. Nos ha dado sus mandamientos, no como una rémora, sino como un manantial de libertad: libertad para ser hombres y mujeres llenos de sabiduría, maestros de justicia y paz, gente que tiene confianza en los otros y busca su auténtico bien. Dios nos ha creado para vivir en la luz y para ser luz del mundo que nos rodea. Esto es lo que Jesús nos dice en el Evangelio de hoy (…). Haced que vuestras parroquias se conviertan en comunidades donde la luz de la verdad de Dios y el poder del amor reconciliador de Cristo (…) se manifiesten en obras concretas de caridad. No tengáis miedo. Aunque esto signifique ser un ‘signo
de contradicción’ (Lc 2,34) frente a actitudes duras y una mentalidad que considera a los otros como instrumentos para usar, en vez de como hermanos».
Benedicto XVI
No hay comentarios:
Publicar un comentario