lunes, 13 de mayo de 2019

Comentario lectura evangelio 14/05/19

La elección de Matías tiene lugar inmediatamente después de la Ascensión del Señor. Una vez que Jesús asciende a los cielos, los discípulos vuelven a Jerusalén, a una casa donde solían juntarse. Lo hacían siguiendo la consigna de Jesús, que no se alejasen de Jerusalén, sino que aguardasen allí la llegada del Espíritu Santo.

Pedro les dijo: “Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús… Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles”.

Judas también había sido amigo de Jesús, pero, aunque nunca sabremos por qué, las cosas se torcieron, y no supo o no fue capaz de responder a su confianza y amistad. Su puesto, su confianza y amistad con Jesús, pasó a Matías, que supo y fue capaz de apostar también por Jesús y responder así al gesto de haber sido elegido como apóstol.

Cuando funciona la amistad, cuando las relaciones son de mutua confianza, sin escapismos ni reservas egoístas, todo está garantizado. Seguirán existiendo problemas, carencias y necesidades humanas, pero nada ni nadie podrá arrebatar de esas personas la paz y la seguridad de encontrarse seguros en los brazos de Dios. Esto fue lo que le pasó a Matías, al haber sido elegido por Dios para ir y dar fruto duradero, con la promesa añadida de que cuanto pidiera al Padre en nombre de Jesús lo recibiría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario