viernes, 31 de mayo de 2019

Comentario lectura evangelio 01/06/19

Pidan y recibirán…”. Jesús mismo nos invita a pedir, a llamar, a invocar. Mediante la oración de súplica nos presentamos a Dios como niños pequeños que nada pueden hacer por sí mismos. En ella reconocemos que somos creaturas de Dios, que tenemos necesidad de Él, que somos pecadores y que todo lo recibimos de Dios. En la oración de petición hay que ser insistentes, pero con humildad, con paciencia; hay que suplicar con constancia, pero como hijos confiados que todo lo esperan de su Padre. Ahora bien, en la oración, hay que aprender a pedir lo que es digno de Dios. Pidamos, busquemos, toquemos a la puerta de Dios, hagámoslo también pidiendo la intercesión de la Virgen María.

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