jueves, 27 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 01/07/19

Hoy un escriba nos sorprende con su deseo de seguir a Jesús. Los escribas suelen aparecer hostiles al Señor, pero Él no tiene prejuicios y le presenta la condición esencial del discípulo: pobreza y desprendimiento, de los que Él mismo es modelo, pues no está atado a nada ni a nadie.

La libertad es la tremenda capacidad de escoger, y requiere una gran madurez personal. Es uno de los derechos humanos más reivindicados, pero quizá el peor comprendido. A menudo se cree que para ser libre hay que poseer riquezas, poder, influencia, autoridad. Pero la propiedad es una trampa: lo que creemos poseer, nos posee y esclaviza. La libertad evangélica es lo contrario: desprenderse, vaciarse, ser pobre. Es cuando somos soberanamente libres.

—Señor, nos has dicho que la Verdad nos hace libres. Danos tu Espíritu para que nada pueda arrebatarnos este tesoro y sólo Tú nos poseas y nosotros te poseamos.

(Fuente nocetnam: Fray José María Massana)

Comentario lectura evangelio 30/06/19

<<No lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.>>

Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron: Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos? Jesús se volvió y les regañó. Podemos dejarlo todo para seguir a Jesús, sin tener por eso que desear el mal de nadie. Es más, si para seguir a Jesús creemos que debemos desear el mal de alguna persona, realmente no estamos siguiendo a Jesús, porque Jesús nunca deseó el mal de nadie. Seguir a Jesús es amar a Dios y al prójimo como Cristo lo amó, es decir, deseando siempre su bien y haciendo por nuestra parte todo lo que podamos para que sea feliz. Amar hasta a nuestros enemigos significa precisamente eso: desear su bien y su felicidad, es decir, desear que amen a Dios y al prójimo como Cristo los amó.
En este sentido, también debemos decir que dejarlo todo para seguir a Jesús no es algo exclusivo de personas consagradas; es algo que pueden y deben hacer todos los cristianos. Se puede seguir a Jesús sin tener que dejar esposa, familia y casa. Como he dicho al principio, lo importante es sentirse y ser libre para seguir a Jesús por encima de todo, en cualquier circunstancia y lugar. Lo que nunca podemos hacer es posponer el seguimiento a Jesús a circunstancias concretas y particulares. De hecho, yo, que soy fraile, conozco a más de una persona seglar que sigue a Jesús mejor que muchos de nosotros, los consagrados. El evangelio es igualmente obligatorio para todos los cristianos.

(Fuente nocetnam: Gabriel González del Estal)

Comentario lectura evangelio 29/06/19

Celebramos hoy la fiesta de San Pedro y de San Pablo. Dos hombres de temperamento muy distinto pero que tienen varias notas que les iguala. En primer lugar, Jesús a los dos les cambió la vida. Sus vidas se dividen en antes y después de encontrar y conocer a Jesús.
En su fuerte decisión de seguir a Cristo, su único Maestro y Señor, continuaron siendo hombres y los dos experimentaron la debilidad humana. Pedro, en los momentos comprometidos de la pasión, negó a Jesús descaradamente tres veces: “No conozco a ese hombre”. Pablo, también reconoce que, de vez en cuando, “aquello que no quiero eso hago”. Pero, en la parte positiva, por encima de sus debilidades, ambos se vieron inundados por el amor de Cristo que les mantuvo en su seguimiento hasta el final.

En el fondo y en la superficie, estos rasgos comunes de Pedro y Pablo son los mismos que los de todo cristiano. Por eso, cualquiera de nosotros les podemos robar sus palabras porque son también las nuestras: “Tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero… Tú solo tienes palabras de vida eterna… Para mí la vida es Cristo… Sé de quién me he fiado”.

En esta fiesta de San Pedro y San Pablo, columnas de la iglesia, conviene recordar que la iglesia, la comunidad de seguidores de Jesús, siempre hombres y no dioses, a pesar de los fallos de sus miembros nunca va a desaparecer. Seguirá hasta el final de los tiempos. Así se lo prometió Jesús a Pedro: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder del infierno no la derrotará, no prevalecerá contra ella”.

(Fuente nocetnam: Fray Manuel Santos Sánchez)

Comentario lectura evangelio 28/06/19


Muchos de nosotros, ante cualquier problema, intentamos solucionarlo pero si nos cuesta, pronto tiramos la toalla y nos damos por vencidos, no teniendo constancia ante las adversidades, haciendo como el pastor irresponsable que, cuando la busca un rato y no la encuentra, desiste y se justifica diciendo “peor para ella”, “ella se lo pierde”, dejándose llevar por el desánimo y la inconstancia en su búsqueda.

Cristo no es así, Él no se deja llevar por el desánimo ante nuestro desinterés, insiste y siempre intenta salirnos al encuentro, para que recapacitemos y nos reconciliemos con Dios.

(Fuente nocetnam: Fraternidad Laical Dominicana Torrent ,Valencia)

Comentario lectura evangelio 24/06/19

Juan es un buen ejemplo para nosotros. Veamos su vida: se le encargó una tarea que cumplir y él la aceptó plenamente. Desde su niñez se preparó para cumplir con su misión. Vivía lo que predicaba y amaba la Palabra de Dios que anunciaba. Su vida y su mensaje eran una sola cosa, por eso la gente lo escuchaba. No había en él doblez ni hipocresía. A diferencia de Juan, cuántas veces nos da pereza formarnos en nuestra fe cristiana; cuántas veces nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestros gestos no son coherentes ni corresponden a la verdad de lo que somos. Juan nos ayuda con su ejemplo a luchar contra toda forma de falsedad y a entregarnos a la misión, dándonos tiempo para formarnos. Juan fue al desierto para escuchar con más claridad la voz de Dios y descubrir su vocación. Hagamos más “desiertos” en nuestra vida, vivamos de forma más desapegada, desprendida de las cosas y situaciones humanas para escuchar también la Palabra de Dios. Qué diferente sería el mundo si todos los cristianos fuéramos como Juan Bautista, si nos dedicáramos a preparar el camino del Señor para los demás, si fuéramos testigos vivos de que es posible seguir a Cristo con coherencia y en todo.

(Fuente nocetnam: Regnum Christi)  

martes, 25 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 27/06/19

En la vida podemos vernos absorbidos por miles de tareas que nos mantienen ocupados y corremos el peligro de descuidar lo único importante: escuchar a Cristo y cumplir su voluntad. No se trata de obedecer a una persona cualquiera, sino de realizar el plan de Dios sobre nuestras vidas, de llevar adelante la misión confiada. Seguir la voluntad de Dios significa muchas veces ir contra los propios deseos, supone siempre abnegación, quiere decir abandonarnos a Él y permitirle que se sirva de nosotros como Él disponga. Para vivir así es necesario ejercitarse en pequeñas renuncias y darle al Señor nuestros pequeños “”, incondicionalmente, sin quejas o amarguras. Hace falta vida de oración y entrega a las exigencias cotidianas de nuestros deberes como cristianos y miembros de la sociedad. Sabemos que cuando se apuesta todo por Cristo, nada se pierde y que en medio de nuestros desprendimientos, que en un primer momento pueden costarnos, se experimenta la alegría profunda y creciente de la amistad con Cristo. Entreguémonos a la voluntad de Dios. Él sabe lo que nos conviene.

(Fuente nocetnam)

Comentario lectura evangelio 26/06/19

Hay hermanos a los que les gusta "aparentar" y hacerse pasar como personas muy piadosas mediante actos puramente externos, siendo que estos actos externos deben ser un claro reflejo de lo que se vive interiormente.

El cristianismo, por el hecho de ser un estilo de vida centrado en el Evangelio, no puede ser disimulado. Los frutos, es decir, lo que emerge naturalmente de la persona en situaciones cotidianas, manifiestan en realidad lo que se es. Si somos cristianos, esto se debe notar en nuestra manera de vestir, de hablar, de reaccionar y, sobre todo, de amar y servir.

Nuestro trato diario con las personas con las que convivimos, debe estar impregnado del "buen aroma de Cristo"; nuestra solicitud para ayudar a los necesitados, debe ser movida, no por intereses personales, sino por compasión, como quien ve en el hermano necesitado, al mismo Jesús que dijo: "Cuando lo hiciste por uno de mis hermanos lo hiciste por mí"; nuestra apariencia diaria debe manifestar que somos templo del Espíritu. Si verdaderamente eres discípulo de Jesús, deja que él se transparente en tu vida siendo congruente entre lo que crees y lo que vives.

(Fuente nocetnam)

lunes, 24 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 25/06/19

Jesús en el evangelio de hoy, se refiere al cuidado de “lo santo”. “No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos”. Son palabras duras, en las que Jesús nos advierte del sumo respeto que debemos tener a “lo santo”, a todo lo relativo a él. Si vemos que el ambiente no es propicio para escuchar, para celebrar su buena noticia… mejor guardar silencio para que nadie la denigre, la pisotee. También Jesús se apunta a la llamada regla de oro: “tratad a los demás como queréis que ellos os trate”.  Los cristianos, la hemos de interpretar a la luz de la vida de Cristo, a la luz de su mandamiento universal del amor, incluso el amor a los enemigos.

(Fuente nocetnam: Fray Manuel Santos  Sánchez)

domingo, 23 de junio de 2019

Santo del Dia: San Pedro y Pablo Apostoles


SAN PEDRO
San Pedro, primer Papa, llamado también príncipe de los apóstoles, figura en primer lugar en todas las enumeraciones de apóstoles del Nuevo Testamento (Mt 10, 3; Mc. 3, 18; Lc 6, 14; Hch 1, 13). Ocupa un lugar principal entre los Doce, siendo protagonista de muchos episodios en el Evangelio. Nació en el pueblo galileo de Betsadia. Junto con su hermano Andrés y los hijos de Zebedeo, se dedicaba al oficio de pescador.


El nombre de Pedro era Simón. El Señor Jesús se lo cambia por Cefas, que quiere decir "piedra" (Jn 1, 41-42). En uno de los pasajes más significativos de la Escritura, vemos a Pedro afirmando que Jesús es "el Cristo, el hijo de Dios vivo" (Mt 16, 16). En respuesta, el Señor Jesús lo confirma como la "piedra" sobre la cual la Iglesia será edificada, le otorga las llaves del Reino de los Cielos y la potestad de "atar y desatar" (Mt 16, 18-19). Debido a esto se le representa popularmente con un par de llaves, que son su atributo característico. Por ello también es patrono de los porteros y fabricantes de llaves.
Junto con Santiago y Juan, Pedro pertenecía al grupo de los más allegados a Jesús. Está presente en el milagro de la resurrección de la hija de Jairo (Mt 9,18ss; Mc 5, 21ss; Lc 8,40ss), en el episodio de la transfiguración (Mt 17, 1-13; Mc. 19, 2-10; Lc 9, 28-36) y en la oración en el monte de Getsemaní (Mt 26, 36-45; Mc 14, 32-42). Suele también ser representado junto a San Juan debido a los varios episodios en los cuales los dos aparecen asociados, especialmente la carrera al sepulcro vacío (Jn 20, 1-10)
El Evangelio nos lo presenta como un hombre de carácter impetuoso e impulsivo. Reprende al Señor cuando Él les habla sobre su pasión, con lo que se gana el reproche del Maestro, quien lo llama "Satanás" (Mt 16, 21-24). Le pide a Jesús que le mande caminar sobre las aguas hacia Él (Mt 14, 28-31). No quiere que Cristo le lave los pies en la Ultima Cena (Jn 13, 6-9) y le promete que no lo abandonará y lo seguirá hasta la muerte. El Señor le dice que antes de que cante el gallo, Pedro lo negará tres veces (Mt 26, 33-34; Mc 14, 29-30; Lc 22, 33-34; Jn 13, 37-38).
El episodio de la negación de San Pedro es conmovedor. Nos lo presenta negando tres veces que conoce al Jesús por miedo a los judíos. Inmediatamente después canta el gallo y él recuerda las palabras que el Señor le había dicho. La mirada del Señor se cruza con la de San Pedro, y este último sale fuera, llorando amargamente en actitud arrepentida (Lc 22, 54-62). Por sus negaciones, es representado a veces en actitud de jurar o llorando. Por ello también los penitentes lo invocan como patrono.
Luego de la resurrección, el Señor se manifiesta a sus discípulos a orillas del lago Tiberiades. En este episodio el Señor perdona a Pedro y lo afirma tres veces en su misión, en contraposición a la triple negación del Apóstol. También le predice el martirio que va a sufrir (Jn 21, 15-18).
A San Pedro no se le suele representar con un cayado como a otros santos obispos. En cambio, siempre lleva una cruz a modo de báculo pastoral. Incluso hasta hoy, el Papa no usa báculo como los otros obispos, sino una cruz a modo de cayado. Esto se debe a una tradición que señala que San Pedro había dado su báculo a los discípulos de San Materno, que resucitaron con él a su maestro. Este báculo estuvo en Colona hasta el siglo X, luego se partió por la mitad, y una parte se entregó a la ciudad de Tréveris. Esta tradición la recoge Santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica: "el Romano Pontífice no usa báculo, porque Pedro lo envió para resucitar a uno de sus discípulos, que después fue consagrado obispo de Tréveris" (Suma Teológica, Parte III, cuestión XL, artículo VII, respuesta a la objeción 8ª). En el mismo lugar, Santo Tomás alega otro motivo por el cual el Papa no lleva báculo: "para manifestar que no tiene una potestad restringida, lo cual significa la curvatura del báculo".
San Pedro fue obispo de Antioquia y posteriormente obispo de Roma, donde estableció su sede y fue martirizado en tiempos del emperador Nerón. Así lo estiman tres Padres de la Iglesia: San Ireneo, San Clemente de Alejandría y Tertuliano. Fue condenado a ser crucificado, pero considerándose indigno de morir como el Señor pidió ser clavado cabeza abajo. De ahí otra representación del Apóstol y su atributo típico de una cruz dada vuelta. Fue sepultado en lo que hoy es el Vaticano donde aun se encuentran su restos bajo el altar mayor de la basílica de San Pedro. Esto ha sido comprobado en los encuentros arqueológicos y anunciado por Pío XII al concluir el año santo de 1950
Aunque la tradición que señala que San Pedro y San Pablo compartieron la misma prisión no es segura, se sabe que ambos murieron mártires en Roma en la misma época, hacia el año 67. La Iglesia los ha venerado siempre juntos y les dedica una única solemnidad el 29 de junio. Esta fecha puede tener su origen en el traslado de los restos de ambos apóstoles a un mismo lugar de culto, en la Vía Appia, hacia el año 254, antes de que cada apóstol tuviera su propio templo (primero San Pablo en la Vía Ostiense y luego San Pedro en la Colina Vaticana).
Los únicos escritos que poseemos de San Pedro se encuentran en el Nuevo Testamento, y son sus dos epístolas. Se piensa que ambas fueron dirigidas a los convertidos del Asia Menor. La primera epístola concluye mandando saludos de parte de la Iglesia situada en Babilonia, lo cual prueba que fue escrita desde Roma, que en esos tiempos era llamada Babilonia por los judíos.
Se han encontrado muchos escritos en las catacumbas que unen los nombres de San Pedro y San Pablo, mostrando que la devoción popular a estos grandes Apóstoles comenzó en los primeros siglos. Pinturas muy antiguas nos describen a San Pedro como un hombre energético, pelo crespo y barba. En el arte sus emblemas tradicionales son un barco, llaves y un gallo.
SAN PABLO



Saulo (también llamado Saulo de Tarso, San Pablo Apóstol, el Apóstol de los Gentiles y San Pablo de Tarso) Apóstol del cristianismo que él transformó en religión universal (Tarso, Cilicia, h. 4/15 - Roma ?, h. 64/68). Era hijo de judíos fariseos de cultura helenística y con ciudadanía romana. Fue contemporáneo de Jesucristo e incluso estuvo en Jerusalén en la misma época que él, aunque probablemente no se conocieron.
Pablo tenía una sólida formación teológica, filosófica, jurídica, mercantil y lingüística (hablaba griego, latín, hebreo y arameo). Participó en las primeras persecuciones contra los cristianos. Pero durante un viaje a Damasco, poco después de la crucifixión de Jesucristo, se convirtió a la nueva fe, que por entonces era considerada una secta herética del judaísmo (según su propio relato, fue el mismo Jesús el que se le apareció).
Desde entonces San Pablo se convirtió en el más ardiente propagandista del cristianismo, al que contribuyó a extender más allá del pueblo judío, entre los gentiles: viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina; y escribió misivas (las encíclicas) a diversos pueblos del entorno mediterráneo.
Los escritos de San Pablo adaptaron el mensaje de Jesús a la cultura helenística imperante en el mundo mediterráneo, facilitando su extensión fuera del ámbito cultural hebreo en donde había nacido. Al mismo tiempo, esos escritos constituyen una de las primeras interpretaciones del mensaje de Jesús, razón por la que contribuyeron de manera decisiva al desarrollo teológico del cristianismo (se atribuyen a San Pablo más de la mitad de los libros del Nuevo Testamento).






Saulo de Tarso fue educado en el fariseísmo, una de las facciones del judaísmo del siglo I. Como él mismo narra en uno de sus escritos, la Carta a los Gálatas, su celo por el judaísmo le llevó a perseguir al naciente grupo de los cristianos (Ga 1,13-14), a los que consideraba contrarios a la pureza de la religión judía, hasta que en una ocasión, camino de Damasco, Jesús mismo se le reveló y le llamó para seguirle, como antes había hecho con los apóstoles. Saulo respondió a esta llamada bautizándose y dedicando su vida a la difusión del evangelio de Jesucristo (Hch 26,4-18).
La conversión de Pablo es uno de los momentos clave de su vida, porque es precisamente entonces cuándo empieza a entender lo que es la Iglesia como cuerpo de Cristo: perseguir a un cristiano es perseguir a Jesús mismo. En ese mismo pasaje, Jesús se presenta como “Resucitado”, situación que espera a todos los hombres tras la muerte si uno sigue las huellas de Jesús mismo, y como “Señor”, remarcando su carácter divino, ya que la palabra que se usa para denominar al “señor”, kyrie, se aplica en la Biblia griega a Dios mismo. Podemos decir, pues, que Pablo recibió el evangelio a predicar de Jesús mismo, aunque luego, también ayudado por la gracia y la propia reflexión, supo sacar de esa primera luz muchas de las principales implicaciones del evangelio, tanto para una mayor comprensión del misterio divino como para mostrar sus consecuencias para la condición y el obrar de los hombres sin fe y con fe en Cristo.
Pablo, en el momento de su conversión, es presentado con rasgos de profeta al que se le asigna una misión muy concreta. Como dice otro de los libros del Nuevo Testamento, los Hechos de los Apóstoles, el Señor dijo a Ananías, el que había de bautizar a Pablo: “Vete, porque éste es mi instrumento elegido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel. Yo le mostraré lo que deberá sufrir a causa de mi nombre” (Hch 9,15-16). El Señor también dijo al mismo Pablo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate y ponte en pie, porque me he dejado ver por ti para hacerte ministro y testigo de lo que has visto y de lo que todavía te mostraré. Yo te libraré de tu pueblo y de los gentiles a los que te envío, para que abras sus ojos y así se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, y reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados por la fe en mí” (Hch 26,15-18).
San Pablo llevó a cabo su misión de predicar el camino de la salvación realizando viajes apostólicos, fundando y fortaleciendo comunidades cristianas en las diversas provincias del Imperio Romano por las que pasaba: Galacia, Asia, Macedonia, Acaya, etc. Los escritos del Nuevo Testamento nos presentan a un Pablo escritor y predicador. Cuando llegaba a un sitio, Pablo acudía a la sinagoga, lugar de reunión de los judíos, para predicar el evangelio. Después, acudía a los paganos, esto es, los no judíos.
Después de dejar algunos lugares, ya sea por haber dejado la predicación inconclusa, ya sea para responder a las preguntas que le enviaban desde esas comunidades, Pablo empezó a escribir cartas, que pronto serían recibidas en las iglesias con una particular reverencia. Escribió cartas a comunidades enteras y a personas singulares. El Nuevo Testamento nos ha transmitido 14, que tienen su origen en la predicación de Pablo: una Carta a los Romanos, dos Cartas a los Corintios, una Carta a los Gálatas, una Carta a los Efesios, una Carta a los Filipenses, una Carta a los Colosenses, dos Cartas a los Tesalonicenses, dos Cartas a Timoteo, una Carta a Tito, una Carta a Filemón y una Carta a los Hebreos. Aunque no son de fácil datación, podemos decir que la mayoría de estas cartas fueron escritas durante la década que va del año 50 al 60.
El centro del mensaje predicado por Pablo es la figura de Cristo desde la perspectiva de lo que ha realizado cara a la salvación de los hombres. La Redención obrada por Cristo, cuya acción se pone en relación muy estrecha con la del Padre y con la del Espíritu, marca un punto de inflexión en la situación del hombre y en su relación con Dios mismo. Antes de la redención, el hombre caminaba en el pecado, cada vez más alejado de Dios; pero ahora está el Señor, el Kyrios, que ha resucitado y ha vencido la muerte y el pecado, y que constituye una sola cosa con los que creen y reciben el bautismo. En este sentido, se puede decir que la clave para entender la teología paulina es el concepto de conversión (metánoia), como paso de la ignorancia a la fe, de la Ley de Moisés a la ley de Cristo, del pecado a la gracia.
Pablo es el nombre griego de Saulo, hombre de raza hebrea y de religión judía, oriundo de Tarso de Cilicia, ciudad situada en el sureste de la actual Turquía, que vivió en el siglo I después de Cristo. Pablo fue, por tanto, contemporáneo de Jesús de Nazaret, aunque presumiblemente no llegaron a encontrarse en vida.
Saulo de Tarso fue educado en el fariseísmo, una de las facciones del judaísmo del siglo I. Como él mismo narra en uno de sus escritos, la Carta a los Gálatas, su celo por el judaísmo le llevó a perseguir al naciente grupo de los cristianos (Ga 1,13-14), a los que consideraba contrarios a la pureza de la religión judía, hasta que en una ocasión, camino de Damasco, Jesús mismo se le reveló y le llamó para seguirle, como antes había hecho con los apóstoles. Saulo respondió a esta llamada bautizándose y dedicando su vida a la difusión del evangelio de Jesucristo (Hch 26,4-18).
La conversión de Pablo es uno de los momentos clave de su vida, porque es precisamente entonces cuándo empieza a entender lo que es la Iglesia como cuerpo de Cristo: perseguir a un cristiano es perseguir a Jesús mismo. En ese mismo pasaje, Jesús se presenta como “Resucitado”, situación que espera a todos los hombres tras la muerte si uno sigue las huellas de Jesús mismo, y como “Señor”, remarcando su carácter divino, ya que la palabra que se usa para denominar al “señor”, kyrie, se aplica en la Biblia griega a Dios mismo. Podemos decir, pues, que Pablo recibió el evangelio a predicar de Jesús mismo, aunque luego, también ayudado por la gracia y la propia reflexión, supo sacar de esa primera luz muchas de las principales implicaciones del evangelio, tanto para una mayor comprensión del misterio divino como para mostrar sus consecuencias para la condición y el obrar de los hombres sin fe y con fe en Cristo.
Pablo, en el momento de su conversión, es presentado con rasgos de profeta al que se le asigna una misión muy concreta. Como dice otro de los libros del Nuevo Testamento, los Hechos de los Apóstoles, el Señor dijo a Ananías, el que había de bautizar a Pablo: “Vete, porque éste es mi instrumento elegido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel. Yo le mostraré lo que deberá sufrir a causa de mi nombre” (Hch 9,15-16). El Señor también dijo al mismo Pablo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate y ponte en pie, porque me he dejado ver por ti para hacerte ministro y testigo de lo que has visto y de lo que todavía te mostraré. Yo te libraré de tu pueblo y de los gentiles a los que te envío, para que abras sus ojos y así se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, y reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados por la fe en mí” (Hch 26,15-18).
San Pablo llevó a cabo su misión de predicar el camino de la salvación realizando viajes apostólicos, fundando y fortaleciendo comunidades cristianas en las diversas provincias del Imperio Romano por las que pasaba: Galacia, Asia, Macedonia, Acaya, etc. Los escritos del Nuevo Testamento nos presentan a un Pablo escritor y predicador. Cuando llegaba a un sitio, Pablo acudía a la sinagoga, lugar de reunión de los judíos, para predicar el evangelio. Después, acudía a los paganos, esto es, los no judíos.
Después de dejar algunos lugares, ya sea por haber dejado la predicación inconclusa, ya sea para responder a las preguntas que le enviaban desde esas comunidades, Pablo empezó a escribir cartas, que pronto serían recibidas en las iglesias con una particular reverencia. Escribió cartas a comunidades enteras y a personas singulares. El Nuevo Testamento nos ha transmitido 14, que tienen su origen en la predicación de Pablo: una Carta a los Romanos, dos Cartas a los Corintios, una Carta a los Gálatas, una Carta a los Efesios, una Carta a los Filipenses, una Carta a los Colosenses, dos Cartas a los Tesalonicenses, dos Cartas a Timoteo, una Carta a Tito, una Carta a Filemón y una Carta a los Hebreos. Aunque no son de fácil datación, podemos decir que la mayoría de estas cartas fueron escritas durante la década que va del año 50 al 60.
El centro del mensaje predicado por Pablo es la figura de Cristo desde la perspectiva de lo que ha realizado cara a la salvación de los hombres. La Redención obrada por Cristo, cuya acción se pone en relación muy estrecha con la del Padre y con la del Espíritu, marca un punto de inflexión en la situación del hombre y en su relación con Dios mismo. Antes de la redención, el hombre caminaba en el pecado, cada vez más alejado de Dios; pero ahora está el Señor, el Kyrios, que ha resucitado y ha vencido la muerte y el pecado, y que constituye una sola cosa con los que creen y reciben el bautismo. En este sentido, se puede decir que la clave para entender la teología paulina es el concepto de conversión (metánoia), como paso de la ignorancia a la fe, de la Ley de Moisés a la ley de Cristo, del pecado a la gracia.
Pablo es el nombre griego de Saulo, hombre de raza hebrea y de religión judía, oriundo de Tarso de Cilicia, ciudad situada en el sureste de la actual Turquía, que vivió en el siglo I después de Cristo. Pablo fue, por tanto, contemporáneo de Jesús de Nazaret, aunque presumiblemente no llegaron a encontrarse en vida.
Saulo de Tarso fue educado en el fariseísmo, una de las facciones del judaísmo del siglo I. Como él mismo narra en uno de sus escritos, la Carta a los Gálatas, su celo por el judaísmo le llevó a perseguir al naciente grupo de los cristianos (Ga 1,13-14), a los que consideraba contrarios a la pureza de la religión judía, hasta que en una ocasión, camino de Damasco, Jesús mismo se le reveló y le llamó para seguirle, como antes había hecho con los apóstoles. Saulo respondió a esta llamada bautizándose y dedicando su vida a la difusión del evangelio de Jesucristo (Hch 26,4-18).
La conversión de Pablo es uno de los momentos clave de su vida, porque es precisamente entonces cuándo empieza a entender lo que es la Iglesia como cuerpo de Cristo: perseguir a un cristiano es perseguir a Jesús mismo. En ese mismo pasaje, Jesús se presenta como “Resucitado”, situación que espera a todos los hombres tras la muerte si uno sigue las huellas de Jesús mismo, y como “Señor”, remarcando su carácter divino, ya que la palabra que se usa para denominar al “señor”, kyrie, se aplica en la Biblia griega a Dios mismo. Podemos decir, pues, que Pablo recibió el evangelio a predicar de Jesús mismo, aunque luego, también ayudado por la gracia y la propia reflexión, supo sacar de esa primera luz muchas de las principales implicaciones del evangelio, tanto para una mayor comprensión del misterio divino como para mostrar sus consecuencias para la condición y el obrar de los hombres sin fe y con fe en Cristo.
Pablo, en el momento de su conversión, es presentado con rasgos de profeta al que se le asigna una misión muy concreta. Como dice otro de los libros del Nuevo Testamento, los Hechos de los Apóstoles, el Señor dijo a Ananías, el que había de bautizar a Pablo: “Vete, porque éste es mi instrumento elegido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel. Yo le mostraré lo que deberá sufrir a causa de mi nombre” (Hch 9,15-16). El Señor también dijo al mismo Pablo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate y ponte en pie, porque me he dejado ver por ti para hacerte ministro y testigo de lo que has visto y de lo que todavía te mostraré. Yo te libraré de tu pueblo y de los gentiles a los que te envío, para que abras sus ojos y así se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, y reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados por la fe en mí” (Hch 26,15-18).
San Pablo llevó a cabo su misión de predicar el camino de la salvación realizando viajes apostólicos, fundando y fortaleciendo comunidades cristianas en las diversas provincias del Imperio Romano por las que pasaba: Galacia, Asia, Macedonia, Acaya, etc. Los escritos del Nuevo Testamento nos presentan a un Pablo escritor y predicador. Cuando llegaba a un sitio, Pablo acudía a la sinagoga, lugar de reunión de los judíos, para predicar el evangelio. Después, acudía a los paganos, esto es, los no judíos.
Después de dejar algunos lugares, ya sea por haber dejado la predicación inconclusa, ya sea para responder a las preguntas que le enviaban desde esas comunidades, Pablo empezó a escribir cartas, que pronto serían recibidas en las iglesias con una particular reverencia. Escribió cartas a comunidades enteras y a personas singulares. El Nuevo Testamento nos ha transmitido 14, que tienen su origen en la predicación de Pablo: una Carta a los Romanos, dos Cartas a los Corintios, una Carta a los Gálatas, una Carta a los Efesios, una Carta a los Filipenses, una Carta a los Colosenses, dos Cartas a los Tesalonicenses, dos Cartas a Timoteo, una Carta a Tito, una Carta a Filemón y una Carta a los Hebreos. Aunque no son de fácil datación, podemos decir que la mayoría de estas cartas fueron escritas durante la década que va del año 50 al 60.
El centro del mensaje predicado por Pablo es la figura de Cristo desde la perspectiva de lo que ha realizado cara a la salvación de los hombres. La Redención obrada por Cristo, cuya acción se pone en relación muy estrecha con la del Padre y con la del Espíritu, marca un punto de inflexión en la situación del hombre y en su relación con Dios mismo. Antes de la redención, el hombre caminaba en el pecado, cada vez más alejado de Dios; pero ahora está el Señor, el Kyrios, que ha resucitado y ha vencido la muerte y el pecado, y que constituye una sola cosa con los que creen y reciben el bautismo. En este sentido, se puede decir que la clave para entender la teología paulina es el concepto de conversión (metánoia), como paso de la ignorancia a la fe, de la Ley de Moisés a la ley de Cristo, del pecado a la gracia.


Comentario lectura evangelio 15/06/19

Tenemos que reconocer que, en nuestra sociedad, la verdad, decir la verdad, está a la baja. Se ha popularizado la expresión “falsas noticias”. En las redes sociales abundan las llamadas “falsas noticias”. Se puede falsear la vedad, es decir, mentir, para desprestigiar al que se considera oponente, hacer daño al grupo político, religioso, deportivo… distinto del mío. La verdad queda malparada.

Ante este panorama actual, Jesús se sitúa en la otra orilla y nos pide que siempre digamos la verdad. “A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno”. Cuando afirmamos algo, cuando decimos sí, o cuando queremos negar algo, decir no… basta con nuestra palabra, porque un buen cristiano, un buen seguidor de Jesús, que es la Verdad, no puede mentir. No hace falta reforzar nuestra verdad con un juramento, poniendo a Dios o a quien sea como testigo de nuestra verdad. Eso es desconfiar de que digamos la verdad. Un seguidor  de Jesús, el que es la Verdad, nunca puede mentir, debe imitar a su Maestro y decir siempre la verdad.

(Fuente nocetnam: Fray Manuel Santos  Sánchez)

Comentario lectura evangelio 16/06/19

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Al hacer la señal de la cruz pronunciamos el nombre de las tres personas de la Trinidad, "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" Es costumbre repetir frecuentemente estas palabras, principalmente al principio y al fin de nuestras acciones. Cada vez que hacemos la Señal de la Cruz sobre nuestro cuerpo, recordamos el misterio de la Santísima Trinidad.

- En el nombre del Padre: Ponemos la mano sobre la frente, señalando el cerebro que controla todo nuestro cuerpo, recordando en forma simbólica que Dios es la fuente de nuestra vida.

-...y del Hijo: Colocamos la mano en el pecho, donde está el corazón, que simboliza al amor. Recordamos con ello que por amor a los hombres, Jesucristo se encarnó, murió y resucitó para librarnos del pecado y llevarnos a la vida eterna.

-...Y del Espíritu Santo: Colocamos la mano en el hombre izquierdo y luego en el derecho, recordando que el Espíritu Santo nos ayuda a cargar con el peso de nuestra vida, el que nos ilumina y nos da la energía para vivir de acuerdo a los mandatos de Jesucristo, pues “no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir” (evangelio de Juan).

Al hacer la señal de la cruz manifestamos que Dios es comunidad de amor y que nos ama personalmente a cada uno de nosotros. Esto es lo que tenemos que anunciar a todos, sabiendo que Dios está con nosotros hasta el final de los tiempos.

(Fuente nocetnam: José María Martín)

Comentario lectura evangelio 17/06/19

El mundo en que vivimos sería realmente diferente si creyéramos en la fuerza del amor. La experiencia nos demuestra que donde se ha sembrado el rencor, sólo se han cosechado frutos amargos.

El amor es la cura para tantos males que padece el mundo. El remedio para la soledad, el abandono y la tristeza es el amor. Con la fuerza del amor nos podemos enfrentar a los retos que nos va a presentar la vida. Un amor que nos libera de nuestro egoísmo y nos ayuda a abrirnos a los demás.

jueves, 20 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 23/06/19

Jesucristo murió, resucitó y subió a los Cielos, y está sentado a la derecha de Dios Padre. Pero también permanece en la hostia consagrada, en todos los sagrarios del mundo. Y allí está vivo, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad; es decir: con todo su ser de Hombre y todo su Ser de Dios, para ser alimento de nuestra vida espiritual. Es este gran misterio lo que conmemoramos en la Fiesta de Corpus Christi.

Pero el milagro del Cuerpo de Cristo va mucho más lejos: estar en Misa es estar también en el Calvario y en el Cielo. En efecto, la Santa Misa es el milagro más grande de tiempo y espacio que podemos vivir.

La Santa Misa no es una repetición del sacrificio de Cristo en el Calvario, sino que es exactamente el mismo Sacrificio del Calvario: como si los asistentes a la Misa estuviéramos allá a los pies de la Cruz en aquel primer Viernes Santo.

La Consagración es el Calvario. Pero en la Comunión recibimos a Jesús Resucitado, vivo, para El comunicarnos su Vida.

¡Qué sublime humildad: Que el Señor de todo el universo, Dios e Hijo de Dios, se humille así bajo la forma de un trocito de pan para nuestra salvación!”, nos dice San Francisco de Asís.

Reconoced en el Pan de la Eucaristía a Aquél que colgó de la Cruz”, nos dice San Agustín.

¿Nos damos cuenta, entonces, cuánto nos ama Dios? ¿Nos damos cuenta cuánto hace para estar con nosotros? La Madre Teresa de Calcuta expresa muy bien la muestra de Amor de Dios que es la Eucaristía: “Cuando vemos el Crucifijo, podemos comprender cuánto nos amó Jesús entonces. Cuando vemos la Sagrada Hostia comprendemos cuándo nos ama Jesús ahora.

Comentario lectura evangelio 22/06/19

La divina Providencia es concreta e inmediata. Dios actúa en nuestras vidas, Él tiene cuidado de todo, desde las cosas más pequeñas hasta los grandes acontecimientos de nuestra historia. La Escritura nos invita a una gran confianza y abandono en la Providencia. Dios es enormemente poderoso y bueno, todo lo que Él permite en nuestra vida es porque puede sacar de ello un bien mayor. Vivamos con ese abandono completo en Dios; mantengámonos siempre firmes en la fe, seguros de que Dios es quien nos sostiene. Si logramos ese abandono espiritual, gozaremos de una gran paz en nuestra vida porque sabemos que, suceda lo que suceda, estamos en las manos de la omnipotencia y bondad de Dios. La esperanza en Cristo nos da la certeza de que su amor infinito no cambia y nunca nos abandona. Por otra parte, busquemos cada día crecer en la libertad de espíritu, deshaciéndonos de todos nuestros apegos. Hagamos un examen interior de nuestras pertenencias, estilos de vida, hábitos, etc., para remover todo aquello que sea un estorbo en nuestro camino hacia el cielo.

(Fuente nocetman: Regnum Christi y  el Catecismo de la Iglesia Catolica)    

Comentario lectura evangelio 21/06/19

Vivimos como si hubiésemos venido al mundo para amontonar riquezas y no tenemos en la cabeza ningún otro pensamiento. Ganar dinero, comprar, disponer, tener. Queremos despertar la admiración de los otros o tal vez la envidia. Nos engañamos, sufrimos, nos cargamos de preocupaciones y de disgustos y no encontramos la felicidad que deseamos. Jesús nos hace otra propuesta: «Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben» (Mt 6,20). El cielo es el granero de las buenas acciones, esto sí que es un tesoro para siempre.

Seamos sinceros con nosotros mismos, ¿en qué empleamos nuestros esfuerzos, cuáles son nuestros afanes? Ciertamente, es propio del buen cristiano estudiar y trabajar honradamente para abrirse paso en el mundo, para sacar adelante la familia, asegurar el futuro de los suyos y la tranquilidad de la vejez, trabajar también por el deseo de ayudar a los otros... Sí, todo esto es propio de un buen cristiano. Pero si aquello que tú buscas es tener más y más, poniendo el corazón en estas riquezas, olvidándote de las buenas acciones, olvidándote de que en este mundo estamos de paso, que nuestra vida es una sombra que pasa, ¿no es cierto que —entonces— tenemos el ojo oscurecido? Y si el sentido común se enturbia, «¡qué oscuridad habrá!» (Mt 6,23).

miércoles, 19 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 20/06/19

El “Padre nuestro” es la oración cristiana fundamental, es el resumen de todo el evangelio y el corazón de la Sagrada Escritura. Santo Tomás de Aquino nos dice que se trata de la oración más perfecta, pues en ella pedimos todo lo que podemos anhelar. Esta oración nos enseña a acercarnos a Dios con toda confianza y a relacionarnos con el Padre con conciencia filial, con seguridad, humildad y con la certeza de ser amados. Debemos pronunciar las primeras palabras de esta oración con un gran sentido de adoración y de agradecimiento por haber sido adoptados por Dios como hijos. La oración del “Padre nuestro” ha de desarrollar en nosotros algunas disposiciones fundamentales, primero el propósito de parecernos a Él que nos ha creado y el empeño de comportarnos como verdaderos hijos suyos. Esta oración comienza con las palabras "Padre nuestro". Nos enseña así que sólo podemos encontrar al Padre si salimos de nuestro individualismo y vivimos unidos a los demás. Si el amor de Dios no tiene fronteras, nuestra caridad tampoco puede tenerlas.

martes, 18 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 19/06/19

Cristo nos pide algo sencillo: hagamos el bien, pero que no sea por presunción. Dios enaltece a los humildes y abaja a los soberbios.

El Maestro avisa: haced el bien de una forma discreta, sin que la mano derecha sepa lo que hace la izquierda. Se trata obviamente de una metáfora, pero muy afortunada. Todos los seres humanos tenemos, al menos, un punto de vanidad y puede que nos guste ser conocidos, admirados, incluso imitados por nuestro entorno social o religioso. Algunas veces procuramos llevar a los “trompeteros” delante, de forma que llamen la atención sobre nuestra “generosidad”.

Nos invita a orar sin gastar palabras inútiles porque el Padre ya sabe nuestras necesidades, no tiene tan mala memoria que necesitemos recitárselas, ni es tan voluble que tengamos que convencerle con largos discursos. Dios quiere hablar con nosotros, contigo, conmigo, y no busca rezos muy poéticos y bellamente escritos, sino “orar”, hablar, mantener un diálogo de creador con creatura, íntimo y sencillo; abierto a la escucha.

(Fuente nocetnam: Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro ,Lugo)

lunes, 17 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 18/06/19

Oigamos con oídos nuevos la Buena nueva. Redescubramos qué implica para nosotros el mandamiento del amor en nuestras circunstancias concretas. La caridad cristiana comienza siempre en el interior, por el respeto que cada uno debe dar al otro como persona y como hijo de Dios. La fe es una fuerza espiritual que, si es auténtica, purifica el corazón y nos empuja hacia el amor y la donación. La fuente de ese amor al que aspiramos está en Dios mismo. Por eso, el cristiano no puede tener otra meta que dar a conocer el amor misericordioso de Dios. Hagamos lo que Jesús nos pide: Amemos. Hagamos el bien a todas las personas con las que nos encontremos y todo el bien que podamos, dando incluso de lo propio. Recemos por los demás. Esforcémonos por ser, como nuestro Padre celestial, bueno con todos. Si no llegamos a vivir el evangelio, entonces ¿cómo podemos decir que somos cristianos? ¿Qué haríamos de extraordinario y cómo nos distinguiríamos de los que no creen? Creer en Jesús es vivir la caridad.

(Fuente: Regnum Christi)

Cambio de hora misa de tarde

Cambio de horario de las misas de tarde.

A partir del próximo día 22 de Junio la misa de tarde pasará a tener el horario de verano.

Esta sera a las 20:30, media hora más tarde de la actual.

viernes, 14 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 09/06/19

Pentecostés es la culminación de la Pascua. La vida nueva que Jesús consiguió es también nuestra vida. Muchas veces no somos conscientes de la actuación del Espíritu en nosotros. Quizá sea porque no le dejamos actuar....Da la sensación de que estamos como los discípulos antes de Pentecostés: decimos que creemos en Jesús, nos confesamos cristianos, pero vivimos apocados, tímidos, sin garra. Entonces nos refugiamos en nuestra fortaleza por miedo a salir al mundo. 
También los discípulos estaban dentro con las puertas y ventanas cerradas por miedo a los judíos. Comparten miedos, ilusiones y el recuerdo de Jesús. El Espíritu se presentó como un vendaval y unas llamas de fuego. El viento y el fuego purifican y transforman. Y entonces..., salieron a predicar, sin miedo, sin utilizar la fuerza, sostenidos en su debilidad por el Espíritu.

Comentario lectura evangelio 08/06/19

En este pasaje nos sorprende Jesús con una respuesta  “y a ti que te importa” que le dice a Pedro cuando le pregunta por el futuro de Juan, no es una “mala contestación” sino el preámbulo perfecto para resaltar lo que viene después: “Tú, sígueme”.

Jesús llama a Pedro a su seguimiento, y con él nos llama a nosotros. Todos somos discípulos del Señor. Nuestro seguimiento es consecuencia de haberlo conocido, de amarlo y de estar totalmente comprometidos con Él y con su Evangelio. Nadie puede andar ese camino por nosotros, ni nosotros marcar el paso de los otros. El seguimiento de Jesús es único e intransferible para cada persona. Tenemos que descubrir lo que Dios ha soñado para nosotros y pedir la gracia y la fuerza para ser fieles a la llamada del Señor.

(Fuente nocetnam: MM. Dominicas Monasterio de Sta. Ana ,Murcia)

Comentario lectura evangelio 07/06/19

Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero

El amor, lo más sublime que tenemos, lo podemos estropear de muchas maneras. Por eso, debemos acudir siempre a Jesús que también es nuestro Maestro en amores…..El diálogo de Jesús resucitado con el Pedro arrepentido es significativo y clarificador. Jesús pide, suplica a Pedro que le ame, que corresponda a su amor… pero no se lo exige, porque nadie puede exigir a nadie que le ame, pero sí puede suplicarle que le ame libremente, que le regale su amor. Eso es lo que Jesús suplica a Pedro y a cada uno de nosotros… entre otras cosas así nos irá mejor.

Fuente nocetnam: Fray Manuel Santos Sánchez

Comentario lectura evangelio 31/05/19

María quería a su prima Isabel. Y como era un amor verdadero, se lo demuestra yendo a acompañarla en un momento delicado para ella, siendo cariñosa con ella, poniendo los intereses de su prima por encima de los suyos.

Todas las actitudes de María las podemos y debemos imitar. Nuestro amor a los hermanos nunca debe ser una farsa. Siempre que esté a nuestro alcance les debemos echar una mano, debemos desearles, buscar y proporcionarles el bien que necesitan. Ojalá también nosotros sepamos vislumbrar cuándo las personas a las que conocemos necesitan nuestra visita, nuestra ayuda, nuestro consuelo, nuestra muestra de amor, nuestra palabra  y… las visitemos. Imitemos a María.

Debemos también imitar a María, alegrándonos con los que se alegran y manifestárselo. Para que ocurra esto, en nuestro corazón debe reinar la alegría, la alegría de ser seguidor de Jesús, la alegría de sentirse habitado por todo un Dios, la alegría de vivir con sentido y gozo la propia vocación… Un corazón habitado por la alegría se alegra de las alegrías de los demás. María se alegró de la alegría de Isabel. ¿Tenemos un corazón habitado por la alegría?

También hemos de imitar a María al reconocer las obras grandes que ha hecho en nosotros. Reconocer que todo en nuestra vida es un regalo de Dios, desde la vida hasta la vida eterna de la plenitud de felicidad, pasando por el regalo de su Hijo y todo lo que Él nos ha regalado y nos sigue regalando ya en este nuestro trayecto terreno. Imitemos a María.

(Fuente: Fray Manuel Santos Sánchez.)

Comentario lectura evangelio 02/06/19

El camino del cristiano tiene que ser igual que el suyo.

Primero estar al lado de hermano que sufre, del hermano que pasa dificultades, del hermano solo y abandonado. Sólo así podrá ascender. Mira a la cruz: ves en ella un brazo vertical que se eleva hacia el cielo, pero también tiene un brazo horizontal que mira a la tierra. Si quieres seguir el ejemplo de Jesús asume la cruz, pero con los dos brazos, mirando al hermano y acogiéndote a la gracia y al amor que Dios te brinda. Él no vino a servirse de los hombres, sino a servir y dar su vida. La Ascensión es la culminación de su vida. La ascensión de Cristo, más que una "subida" es un paso, pero del tiempo a la eternidad, de lo visible o lo invisible, de la inmanencia a la trascendencia, de la oscuridad del mundo a la luz divina, de los hombres a Dios. Es un anticipo de lo que nos pasará a nosotros.

(Fuente nocetnam: José María Martín)

Comentario lectura evangelio 04/06/19

«Jesús es la Palabra viva de Dios. Cuando enseñaba, la gente reconocía en sus  palabras la misma autoridad divina, sentía la cercanía del Señor, su amor  misericordioso, y alababa a Dios. En toda época y en todo lugar, quien tiene la  gracia de conocer a Jesús, especialmente a través de la lectura del santo Evangelio,  queda fascinado con él, reconociendo que en su predicación, en sus gestos, en su  Persona, él nos revela el verdadero rostro de Dios, y al mismo tiempo nos revela a  nosotros mismos, nos hace sentir la alegría de ser hijos del Padre que está en el  cielo, indicándonos la base sólida sobre la cual debemos edificar nuestra vida.  Pero a menudo el hombre no construye su obrar, su existencia, sobre esta  identidad, y prefiere las arenas de las ideologías, del poder, del éxito y del dinero,  pensando encontrar en ellos estabilidad y la respuesta a la felicidad . Que la Palabra de Dios impregne toda nuestra vida»

Benedicto XVI.

martes, 11 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 14/06/19

Cuando tenemos un mal pensamiento solo lo conocemos nosotros sin pensar que Dios también lo percibe, y es que muchas veces nos olvidamos de que el Padre está pendiente de sus criaturas en todo momento. Diría aún más: apartamos a Dios de nuestro pensamiento para creernos más libres. Vivimos en unos tiempos en los que todo lo relativizamos, hasta el pecado. Parece que eso de “pecar” era cosa de nuestras abuelas y estamos cayendo en la soberbia más descarada. El pecado, el mal, es igual de grave en todos los tiempos, es dar la espalda a Dios y a los demás, de ahí las duras palabras de Jesús…” más vale que te arranques el ojo”.

¿Y qué decir del divorcio? Actualmente parece que no nos tomásemos en serio el Sacramento del Matrimonio y por eso tampoco se le da importancia a su disolución. Un divorcio es un fracaso provocado, en muchas ocasiones, por no ponernos en manos de Dios y pedir su ayuda. Creemos (en nuestra soberbia una vez más) que lo podemos todo nosotros solos y nos olvidamos de que sin El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo somos muy poca cosa.

Nunca debemos apartarnos de Dios, necesitamos de su ayuda tanto en nuestra debilidad como en nuestra vida cotidiana. Oración y reconciliación son la fórmula de una vida mejor y más plena.

(Fuente nocetnam: Fraternidad Laical de Santo Domingo, de Almagro)

Comentario lectura evangelio 13/06/19

«El mundo está lacerado por las guerras y la violencia, o herido por un difuso individualismo que divide a los seres humanos y los enfrenta unos contra otros en pos del propio bienestar. En diversos países resurgen enfrentamientos y viejas divisiones que se creían en parte superadas. A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais aliento mutuamente y cómo os acompañáis: “En esto reconocerán que sois mis discípulos, en el amor que os tengáis unos a otros”. Es lo que con tantos deseos pedía Jesús al Padre: “Que sean uno en nosotros […] para que el mundo crea”. ¡Atención a la tentación de la envidia! ¡Estamos en la misma barca y vamos hacia el mismo puerto! Pidamos la gracia de alegrarnos con los frutos ajenos, que son de todos»

(Fuente nocetnam: Papa Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 99).

Comentario lectura evangelio 12/06/19

El secreto de la vida es hacer la voluntad de Dios porque ahí se encierra el plan de amor y de santidad para nosotros, desde el detalle más pequeño hasta los acontecimientos más excepcionales. Quien sabe someterse a los designios de Dios y agachar el corazón para cumplir la voluntad del Padre está en el camino de la auténtica santidad. La voluntad de Dios no es un peso ni nos priva de la libertad. Conocer qué es lo que Dios quiere de nosotros es la alegría de nuestra vida, es nuestro privilegio. Esa voluntad divina es nuestro verdadero bien, es nuestra guía para la felicidad. Quien cumple los planes de Dios goza ya del cielo. Descubramos el plan de Dios para nosotros, abandonémonos en sus manos y dediquémonos con entusiasmo a cumplir su proyecto. Practiquemos esto en la vida ordinaria de todos los días.

(Fuente: Regnum Christi)  

sábado, 8 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 11/06/19

«Dios nunca nos considera desahuciados. Él sigue invitándonos a levantar los ojos  hacia un futuro de esperanza y nos promete la fuerza para conseguirlo. (…) Dios  nos ha creado en Cristo Jesús para vivir una vida justa, una vida en que hagamos  buenas obras según su voluntad. Nos ha dado sus mandamientos, no como una  rémora, sino como un manantial de libertad: libertad para ser hombres y mujeres  llenos de sabiduría, maestros de justicia y paz, gente que tiene confianza en los  otros y busca su auténtico bien. Dios nos ha creado para vivir en la luz y para ser  luz del mundo que nos rodea. Esto es lo que Jesús nos dice en el Evangelio de hoy  (…).   Haced que vuestras parroquias se conviertan en comunidades donde la luz de la  verdad de Dios y el poder del amor reconciliador de Cristo (…) se manifiesten en  obras concretas de caridad. No tengáis miedo. Aunque esto signifique ser un ‘signo 

de contradicción’ (Lc 2,34) frente a actitudes duras y una mentalidad que considera  a los otros como instrumentos para usar, en vez de como hermanos».


Benedicto  XVI

Comentario lectura evangelio 10/06/19

El Papa Francisco hace una descripción muy gráfica del papel de María con estas palabras: “En el Gólgota no retrocedió ante el dolor, sino que permaneció ante la cruz de Jesús y, por su voluntad, se convirtió en Madre de la Iglesia; después de la Resurrección, animó a los Apóstoles reunidos en el cenáculo en espera del Espíritu Santo, que los transformó en heraldos valientes del Evangelio. A lo largo de su vida, María ha realizado lo que se pide a la Iglesia: hacer memoria perenne de Cristo. En su fe, vemos cómo abrir la puerta de nuestro corazón para obedecer a Dios; en su abnegación, descubrimos cuánto debemos estar atentos a las necesidades de los demás; en sus lágrimas, encontramos la fuerza para consolar a cuantos sufren. En cada uno de estos momentos, María expresa la riqueza de la misericordia divina, que va al encuentro de cada una de las necesidades cotidianas.

(Fuente nocetnam)

miércoles, 5 de junio de 2019

Santo del Dia: San Antonio de Padua


Nació en Lisboa el 15 de agosto de 1195, con el nombre de Fernando de Bulhões, en el seno de una familia pudiente descendiente del cruzado Godofredo de Bouillon, y murió en Padua el 13 de junio de 1231.
Al ser bautizado recibió el nombre de Fernando. Su familia le procuró una sólida educación en la escuela catedralicia local. Contrario a los deseos de su familia, Fernando ingresó en la Abadía Agustina de San Vicente en las afueras de Lisboa. Los monjes de la orden de San Agustín, de la cual el era miembro, eran famosos por su dedicación a los estudios. Fernando estudió las Sagradas Escrituras, a San Jerónimo, a San Agustín, a San Gregorio el Magno y a San Bernardo. También estudió los clásicos latinos como Ovidio y Séneca. Sin embargo, Fernando recibía constantemente la visita de amigos y familiares que le traían regalos de los cuales se avergonzaba y noticias de su entorno social que le molestaban. Su dedicación al estudio se veía importunada y no lograba encontrar paz donde se encontraba. Por tal razón convenció a sus superiores para que le trasladaran a la Abadía Agustina de la Santa Cruz en Coimbra, la entonces capital de Portugal y así continuar sus estudios. En el verano de 1220 recibió el hábito franciscano y comenzó a estudiar la enseñanzas de su fundador, Francisco de Asís. Adoptó el nombre de Antonio en honor de Antonio el Magno a quien estaba dedicada la ermita franciscana en la que él residía. En la fiesta de Pentecostés de 1221 miles de frailes se congregaron en Asís, episodio que ha pasado a la historia como el Capítulo de las Esteras ya que muchos de los frailes ahí reunidos tuvieron que dormir en esteras. Este Capítulo General tuvo por tema un versículo del Salmo 143: “Bendito sea el Señor mi Dios que adiestra mis manos para la batalla” y estuvo presidido por el cardenal Raniero Capocci en ausencia del patrón de la orden, el cardenal Ugolino dei Conti di Segni quien sería el futuro Gregorio IX, el papa que canonizará a San Francisco.Una vez concluida la reunión, el provincial de Bolonia, Fraile Graziano lo envió a una pequeña ermita en las montañas del pueblo de Montepaolo para que sirviera como sacerdote. Este fue uno de los períodos más felices de la vida de Antonio de Padua quien por fin había pasado a vivir en la sencillez absoluta. A finales del verano de 1222 la comunidad franciscana descendió al valle para asistir a las ordenaciones sacerdotales en la catedral de Forlí. Antonio se vio obligado a predicar cuando el predicador no pudo llegar y todos quedaron maravillados con su sermón. A partir de entonces, viajó por todo el norte de Italia y el sur de Francia predicando especialmente en zonas donde la herejía primaba.
Se dice que era un predicador elocuente con una voz clara y fuerte, una atractiva sonrisa y una maravillosa memoria. Llamado "Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año. Con el celo de un apóstol emprendió la tarea de reformar la moralidad de su tiempo combatiendo de forma especial la lujuria, la avaricia y la tiranía. Su obra escrita son los Sermones en latín.
San Antonio de Padua posee el récord de la canonización más rápida de la historia. Fue declarado santo 352 días después de su deceso, el 30 de mayo de 1232, fiesta de Pentecostés. Su muerte acaeció un 13 de junio, día de celebraciones populares en Lisboa. San Antonio es el patrón de Lisboa, de Padua, donde permanecen sus restos, y numerosas otras ciudades, como Concordia (Entre Ríos), en Argentina.
Por los numerosos milagros que se le atribuyen es aclamado en todo el mundo. Los habitantes de Padua construyeron en su memoria una magnífica basílica a donde fueron transferidos sus restos en 1263. Cuando la bóveda en la que por treinta años permaneció su cuerpo fue abierta, se encontró que las carnes del mismo se habían reducido a polvo pero su lengua, que le había servido para las predicaciones, se mantenía intacta con un vívido color rojo. Buenaventura tomó con afecto la lengua en sus manos y la besó exclamando: “Oh bendita lengua que siempre alabaste al Señor e hiciste que otros lo alabaran, haces evidente ahora tus méritos ante el señor.
La fama de los milagros de San Antonio nunca ha disminuido, e incluso en la actualidad es reconocido como el más grande milagrero de todos los tiempos. Como renombrado orador atrajo a las multitudes dondequiera que fue hablando en múltiples lenguas y según la leyenda hasta los peces del Brenta se extasiaban con su prédica.
Uno de los santos más venerados, sus estampitas y esculturas se encuentran por doquier. Fue proclamado Doctor de la Iglesia el 16 de enero de 1946 y es llamado el “Doctor Evangélico” en muchas ocasiones. Se le invoca especialmente a la hora de encontrar objetos perdidos. También se le invoca para contrarrestar la hambruna y la escasez. Patrono de los amputados, los animales, los remeros, el Brasil, de la diócesis de Beaumont, de los animales domésticos, de los ancianos, de las embarazadas, de la fe en el Sagrado Sacramento, de Ferrazano, de los pescadores, de las cosechas, de los caballos, de Lisboa, de los animales pequeños, del correo, de los marinos, de los oprimidos, de los pobres, de Padua, de Portugal, de los navegantes, de los estériles, de los criadores de cerdos, de los indios tiguas, de las aeromozas, de los viajeros y de los aguadores.
En Portugal, Brasil y algunas partes de América Latina es reconocido como el santo de los matrimonios y el día de su fiesta (el 13 de junio) las muchachas solteras pueden comprar una pequeña imagen de San Antonio y colocarla al revés como castigo hasta que hayan encontrado un buen marido. Esta curiosa devoción ha sido retratada muchas veces en la cultura popular portuguesa y latinoamericana.


lunes, 3 de junio de 2019

Comentario lectura evangelio 06/06/19

El amor que debe mediar entre todos los cristianos se concreta en la vida real y se manifiesta en venerar la imagen de Dios que hay en cada hombre. Buscar la unidad y la caridad quiere decir universalidad en el trato, amar a los que no nos caen tan simpáticos, amar a los que por su idioma, su cultura, su educación, parecen lejanos a nosotros. Si esta caridad y unidad debe vivirse para con todos, mucho más se ha de vivir con los más cercanos, es decir, entre los esposos, entre padres e hijos, entre hermanos, entre familiares, entre amigos, compañeros y vecinos. La caridad nos obliga con esas personas más cercanas que Dios a puesto a nuestro lado. Concluyamos nuestra oración pidiéndole al Señor que se acuerde de lo que nos prometió, que haga que seamos uno.

(Fuente nocetnam: Regnum Christi)

Comentario lectura evangelio 05/06/19

En el Evangelio de este miércoles encontramos la despedida de Jesús antes de morir. Jesús ya sabía que su muerte estaba cerca y por ello, las últimas palabras de Jesús hacia los discípulos no se las hace directamente a ellos, sino a Dios. Las últimas palabras de Jesús hacia los discípulos son escuchadas antes por Dios. Es una oración para que Dios, cuando ya no esté Jesús, los cuide, lo guié, los consagré a la Verdad. Jesús es el ejemplo claro de cómo Dios escucha a sus hijos en la oración. Y eso lo veremos el domingo en la solemnidad de Pentecostés. Es en Pentecostés, cuando Dios cumplirá la oración que Jesús está haciendo en este momento. Es en Pentecostés, en el descenso del Espíritu, donde los discípulos serán consagrados a la Verdad.

Una buena pregunta personal para la oración que hoy nos ofrece el Evangelio es: ¿Qué quiere decir “Consagrarse a la Verdad”? No hay respuestas generales, hay respuestas personales.

(Fuente nocetnam: Convento de Santo Tomás de Aquino ,Sevilla)

domingo, 2 de junio de 2019

Crónica Comida familiar Junio 2019


El pasado domingo día 2 de Junio, en los patios de la parroquia, se celebro la Comida familiar.


Con una buena asistencia a de parroquianos y en un ambiente un poco caluroso por las fecha en la que estamos, pudimos tener una magnifica convivencia en la que incluso se llegaron a cantar sevillanas.



También nos deleitamos de un par de guisos, uno de garbanzos con menudo y otro de espinacas realizado por nuestro hermano y "chef" Manolo.


Al final, el objetivo se consiguió. Por un lado echar el ratito de convivencia entre los parroquianos y conseguir un poco mas de dinero para las futuras obras de restauración de a parroquia que poco a poco va aumentando sus ingresos. Queda mucho camino por recorre pero seguro que con la ayuda de Dios, poco a poco lo conseguiremos.







Comentario lectura evangelio 03/06/19

Cristo ha vencido al mundo. El Señor ha vencido en la cruz. No ha vencido con la violencia ni de modo humano, como nosotros lo hubiéramos imaginado. ¡Ha vencido con un amor capaz de llegar hasta la muerte!

Aprendamos de Jesús, que ante la violencia no responde de la misma manera. Frente a la violencia, Él reacciona con un amor hasta el fin. El amor es el modo de “vencer” de Dios.

Debemos fiarnos de este modo del actuar divino. Sigamos su ejemplo de paz, de caridad, de benevolencia, de perdón. Llevemos el amor de Jesús a todos: a los que nos hieren, a los que sufren, a los que viven a nuestro lado… Demos un testimonio de fe, de oración, de interés real por los demás, como Jesús.